¿Provoca acidez el Cava?

¿Provoca acidez el Cava?

“Sobre todo que no produzca acidez…”: es una cita recurrente en las personas interesadas en nuestros cavas. En el presente artículo expondremos la interacción general del cava con el sistema digestivo, de forma que entendamos los aspectos a potenciar y a eludir. Lógicamente, además de la evidente alegría y distensión que genera el cava, es importante también cuidar nuestra salud. En la línea de otros escritos anteriores en nuestro blog (como el dolor de cabeza: https://alsinac.com/el-cava-no-es-cabezon/), mejorar el bienestar de nuestros clientes está entre los principales objetivos de Cavas Alsinac.

De forma genérica, el cava facilita el funcionamiento del aparato digestivo. Gracias a sus ácidos, las secreciones biliar (del hígado) y pancreática se estimulan en gran medida (lo que conocemos como jugos gástricos), con lo que la descomposición de los alimentos para su posterior absorción por el estómago se acelera. Además, la alta presencia de Inositol, debido en parte a la segunda fermentación que experimenta el  cava, es sin duda un apoyo para nuestro organismo. El Inositol (muy recomendado hoy en día a través de la lecitina) está considerado un miembro de las vitaminas B y, entre otras cuestiones, ayuda al hígado a descomponer las grasas- en otro ámbito, también asiste al sistema endocrino y nervioso.

Desde el punto de vista mecánico, la presencia de gas carbónico estimula la actividad muscular en el estómago. Como noción general, su efecto es similar al bicarbonato que tomamos en ocasiones cuando estamos teniendo digestiones pesadas. Es de destacar que, debido a la lenta fermentación en botella del cava, la equilibrada disolución del gas evita la formación de dolorosos gases intestinales. Este efecto es frecuente en bebidas donde se ha llevado a cabo una gasificación artificial, así como en espumosos fabricados mediante el método Charmat (https://alsinac.com/el-secreto-del-gas-carbonico/ ), en contraposición del método tradicional empleado por el Cava y Champagne.

Para potenciar estos beneficios, es recomendable tomar el cava más bien al principio del ágape. Su ingesta a temperatura muy fría hacia el final de la comida o el postre puede bloquear el proceso de digestión y provocar justamente efectos contrarios a los deseados. Así mismo, los Cavas Nature, en contraposición a aquellos que contienen diferentes proporciones de azúcar, son los que mejor favorecen los mecanismos químicos descritos anteriormente; entre otras cuestiones, su nivel de acidez es más adecuado.

En relación al título de este artículo, la acidez estomacal, es un hecho manifiesto que un Cava de calidad no lo debe producir, más bien lo contrario como hemos visto. Salvo en el caso de presencia de patologías digestivas, la única explicación para que esto pueda suceder es que estemos tomando un cava “verde”, que no haya estado reposando suficiente tiempo, con lo que el nivel de acidez suele ser bastante elevado.

El Cava debe tomarse con moderación y, en tal caso, no debemos tener ningún tipo de reparo en consumirlo. Se trata del resultado de un proceso natural, realizado con paciencia y cariño. Aunque no hemos tratado el asunto de ciertas enfermedades aquí, un consumo proporcionado es también positivo en muchos casos. Además, hemos visto que, si es de calidad, tanto mejor para nuestro beneficio y, evidentemente, para nuestro deleite. Desde Alsinac, trabajamos para ofrecer todas estas ventajas a un precio asequible; el dinero no debe ser un obstáculo para que disfrutemos con ello siempre que nos apetezca.

Para realizar este artículo hemos empleado información de los siguientes enlaces:

http://maisons-champagne.com/fr/encyclopedies/histoire-du-champagne/troisieme-partie-presence-du-champagne/chapitre-16-le-champagne-et-la-sante/article/l-emploi-therapeutique-du-champagne

https://es.wikipedia.org/wiki/Inositol