¿Puede el cava mejorar la digestión? Tradiciones vs. evidencia científica

¿Puede el cava mejorar la digestión? Tradiciones vs. evidencia científica

Una parte importante de nuestros clientes tiene la bonita costumbre de “empezar con cava y y acabar con cava” las animadas comidas fraternales. “No mezclamos…” me explican en numerosas ocasiones. En fin, también hay quienes disfrutan de una copa en el aperitivo o en el postre; no hay nada que objetar. En cualquier caso, existe una cierta sensación que el cava puede favorecer la digestión y aliviar los copiosos ágapes dominicales que tanto abruman a nuestro estómago ¿Hay algo de cierto en la creencia que el cava puede ayudar a asimilar mejor los alimentos? En este artículo exploramos lo que dice la tradición popular sobre el cava y la digestión, y lo contrastamos con lo que actualmente respalda la ciencia. Una mirada clara, sin burbujas de ilusión.

La creencia popular: cava como digestivo

Desde una perspectiva más amplia que el cava y su historia, desde hace siglos, muchas culturas han atribuido propiedades digestivas a ciertos licores, especialmente aquellos consumidos tras las comidas, como el anís, el licor de hierbas o el brandy. Se cree que su contenido alcohólico y botánico estimula la producción de jugos gástricos, ayudando a aliviar la pesadez estomacal. En este contexto, el cava también ha sido adoptado como una bebida digestiva, gracias a su frescura, acidez y burbujeo, que tradicionalmente se asocian con una sensación de ligereza tras suculentas comidas. Veremos un poco más adelante en este artículo que hay ciertas cuestiones fisiológicas claras; sin embargo, impera también un cierto efecto placebo y de asociación positiva, al relacionar la consumición de estas bebidas con una situación de bienestar, relajación y harmonía. Esta costumbre está tan arraigada desde hace tanto tiempo, por lo que resulta para nosotros una verdad incuestionable.

Contenido de gas carbónico del cava y digestión

El cava, al ser un vino espumoso, contiene dióxido de carbono (CO₂) disuelto, responsable de sus burbujas características. Este gas puede estimular ligeramente la secreción gástrica, lo que facilita el proceso digestivo. Cuando el CO₂ entra en contacto con la mucosa gástrica, ya sea como gas o convertido en ácido carbónico disuelto, provoca una leve distensión del estómago. Esta distensión activa receptores mecánicos en la pared gástrica que envían señales al sistema nervioso entérico (compleja red de neuronas que se encuentra en las paredes del tracto gastrointestinal, conocido popularmente como “segundo cerebro”), promoviendo la liberación de jugos gástricos (ácido clorhídrico, pepsina, etc.) Por otro lado, la distensión y presencia de burbujas puede activar el nervio vago, que regula parte del sistema digestivo. A través de este reflejo, el cuerpo se prepara para digerir, aumentando la motilidad gástrica y la secreción ácida. Hay que ser consciente que este estímulo es ligero, y resulta útil en personas sanas. Sin embargo, en personas con gastritis, reflujo gastroesofágico o sensibilidad estomacal, el CO₂ puede provocar molestias como acidez, hinchazón y eructos.

Acidez del cava

El cava tiene un pH relativamente bajo (es decir, es ácido), lo que también estimula la producción de jugos gástricos y podría acelerar la digestión de proteínas y grasas. Cuando sustancias ácidas entran en contacto con la mucosa gástrica, activan células quimiosensoriales que detectan el pH bajo. Esta detección envía señales al sistema nervioso entérico y al sistema endocrino para producir más ácido gástrico, creando un ambiente óptimo para la digestión de proteínas. Adicionalmente, la presencia de ácidos (y proteínas) en el estómago estimula la secreción de gastrina, una hormona producida por las células G del estómago (células endocrinas cuya función es liberar gastrina). Entre otras, la gastrina estimula la secreción de enzimas digestivas.

Contenido alcohólico del cava

El alcohol del cava (alrededor de 11-12%) tiene un efecto vasodilatador y relajante muscular, lo que podría ayudar a reducir tensiones tras una comida pesada. Entre otras cuestiones, el alcohol interfiere con la entrada de calcio en las células musculares de las paredes de los vasos, reduciendo su contracción y permitiendo que se dilaten. Así mismo, el etanol también tiene efectos depresores sobre el sistema nervioso central, lo que lleva a una relajación general de los músculos.

Recomendaciones prácticas para una buena digestión con cava

Ofrecemos aquí algunas sugerencias prácticas:
• Consume cava de forma moderada y paulatina.
• No bebas con el estómago completamente vacío.
• Evita combinarlo con grandes cantidades de azúcar o grasas saturadas, o mejor dicho: evita, tanto como puedas, el azúcar y las grasas saturadas.
• Elige cavas brut o brut nature: contienen muy poco o absolutamente nada de azúcar residual y son menos propensos a causar molestias digestivas.
• Escucha a tu cuerpo: si notas hinchazón o acidez, puede que tu cuerpo pida que reduzcas la ingesta, al menos en ese momento.

Cava: ligereza con carácter

Es indudable que el hecho que el cava proceda del mosto flor de la uva, es decir, aquel que resulta de un muy ligero prensado le confiere unas propiedades especiales respecto a otros productos alcohólicos. Además, el hecho de contener carbónico supone una ventaja adicional si lo sabemos llevar con responsabilidad. Con todo, si somos capaces de consumirlo de forma sensata, el cava es sin duda uno de esos comensales que tan bien nos acompaña en esas entrañables celebraciones.

Para realizar este artículo hemos empleado información de los siguientes enlaces y bibliografía:
– Alcohol and the Digestive System. Guts UK’s vision.
– R Cuomo 1, G Sarnelli, M F Savarese, M Buyckx. Carbonated beverages and gastrointestinal system: between myth and reality. National Library of Medicine.
– John E. Kellow, Fernando Azpiroz, Michel Delvaux, G.F. Gebhart, Howard R. Mertz, Eamonn M.M. Quigley,
André J.P.M. Smou. Applied Principles of Neurogastroenterology: Physiology/Motility Sensation. Gastroenterology. Volume 130, Issue 5, April 2006, Pages 1412-1420.

– Les vertus thérapeutiques du champagne. RTL. 9/2/26.
– Vino e salute. Le bollicine hanno molte azioni nutraceutiche. Teatro Naturale. 12/1/2009. Alberto Grimelli.

Los siguientes post de nuestro blog tratan una temática afín a este artículo:
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