El Cava en la Navidad de los tiempos

El Cava en la Navidad de los tiempos

Típica escena Navideña: mesa bien adornada, con todo tipo de suculentos manjares y a la que no le faltan un excelente cava o vino. En fin, eso de “típica” se debe referir a los tiempos actuales… Como no hay nada eterno y la historia da muchas vueltas, no es difícil adivinar que las cosas no han sido siempre así. En este artículo veremos algunas estampas claves de las festividades navideñas a lo largo de los tiempos, lo cual nos ayudará a entender mejor las tradiciones de nuestros días y saber cómo hemos llegado a donde estamos.

Los excesos de la Edad Media

Aunque los Evangelios no establecen la fecha del nacimiento de Jesús, los padres del cristianismo datan la Concepción de la Virgen en el 25 de marzo, con lo cual el nacimiento de Jesús caería el 25 de diciembre. De forma “casual”, estas fechas coincidían de forma aproximada con la celebración romana de la Saturnalia, que también concuerda con el venerado por muchas civilizaciones solsticio de invierno. Volviendo al cristianismo, la Navidad venía precedida por unas cuatro semanas de ayuno y privación: el Adviento. La rigurosidad en los sacrificios dependía de la situación social y religiosa de cada persona, pero se trataba en cualquier caso de un periodo de austeridad. Como es de suponer, después de un tiempo de rigor, la gente necesitamos explayarnos; por ello, después del Adviento, los habitantes de la Edad Media disfrutaban de 12 días de desinhibición y desenfreno: las fiestas de Navidad. Así se celebraban grandes festines, donde ríos de alcohol llenaban las copas de los comensales y eran frecuentes las fiestas de disfraces: en fin, un Carnaval en toda regla. Tal era el despropósito que, por ejemplo, diáconos oficiaban simuladas misas donde se veneraba todo menos el nombre de Cristo (con las consiguientes reprimendas de los altos estamentos eclesiásticos incluidos). Todo ello finalizaba el 5 de enero, víspera de la Epifanía, en la que ya por aquel entonces existía la tradición de esconder el haba en el pastel. Como vemos, aparte de las fechas, que coinciden plenamente, la celebración de aquel entonces no se parece en nada a los bucólicos reencuentros actuales.

¿Cava caliente? No, gracias.

Hablando de tradiciones ancestrales, hay una que no es precisamente fruto de mi devoción pero es curioso conocer: el vino caliente. Es también la propia Roma quien lo precedió a través del Conditium, tratándose de un vino tinto joven condimentado con especias. Un poco más adelante en el tiempo, para paliar los rigores del invierno, los europeos del norte los empezaron a calentar, con lo cual terminó por convertirse en un clásico de los mercados navideños de estas latitudes. En su favor, diremos que las especias permiten una mejor conservación de los caldos, así como un enmascaramiento de su oxidación. Algunos de los condimentos más utilizados son la canela, el clavo, anís, jengibre… En los cuatro años que viví en Alemania, puedo decir que un vino de estas características, en un bonito mercado navideño por debajo de 5 grados bajo cero, es incluso de agradecer. Fuero de eso, me decanto más por el cava fresquito…

Navidades a la inglesa

Salvando el hecho de que las cosas raramente suceden de un día para otro, podríamos decir que fue durante la época de la reina Victoria, en pleno esplendor del imperio británico, cuando se forjó de forma más patente una Navidad moderna. Para bien o para mal, la televisión no invadía los hogares en aquellos momentos y es por tanto entonces cuando se hacen populares folletones tan universales como “Los Tres Mosqueteros” En relación a la Inglaterra victoriana y la Navidad y enlazando con las novelas populares, “Canción de Navidad” de Charles Dickens es eterna. Fue Dickens sin lugar a dudas el escritor más reconocido de la época victoriana y su obra tuvo una gran influencia en la sociedad. Personalmente, fue un gran apóstol de la Navidad familiar que impera en nuestros días, la siguiente cita lo atestigua perfectamente: «Honraré la Navidad en mi corazón y trataré de mantenerlo todo el año» (no se refería aquí al espíritu navideño del medievo precisamente) Bien es cierto que algunas escenas de “Canción de Navidad” presentan un escenario tenebroso, típico de una espesa niebla londinense; no obstante, la obra ofrece también entrañables pasajes, muy típicos de una Navidad de Washington Irving- muy admirado por el propio Dickens- idealizado por una decorada mansión campestre rodeada por una inmaculada capa de nieve. Dada la preponderancia del imperio inglés, seguido en su ocaso por el norteamericano, esta visión se ha extendido mundialmente.

La guinda del pastel: el Cava

Para aportar aún más modernidad, no podemos olvidarnos del cava. En sus orígenes, hacia finales de la Edad Moderna, eran los espumosos (estamos hablando fundamentalmente de Champagne) unos productos al alcance sólo de las élites más ricas- es inevitable pensar en Madame de Pompadour en la corte francesa- lo cual suponía un símbolo de fortuna y estatus. Hoy en día, un buen cava está al alcance de la mayor parte de nosotros. Sin embargo, no ha perdido por ello el glamour que siempre ha tenido. Es por ello que esperamos que puedas disfrutarlo y, sobre todo, que pases una Feliz Navidad.

Para realizar este artículo hemos empleado información de los siguientes enlaces y bibliografía:
– «How Christmas was celebrated in the Middle Ages», Dave Roos, 17/12/2021 y 10/8/2023..
– «A very medieval Christmas: what was Christmas like in medieval Reading?», 10/12/2019, Anne Lawrence-Mathers.
– «Porque brindamos con cava o champan en Navidad», Galera Regalos.
– «Du vin chaud à Noël, une tradition qui nous vient de loin !». Max Daumin, 21/10/2019.
– “Washington Irving’s A Christmas Carol?», AI Hunter, 12/12/2019.
– «Conditium», Wikipedia.
– «¡Io Saturnalia!’: de la celebración de Saturno a la Navidad», El País, Néstor F. Marqués, 23/12/2023.

Los siguientes post de nuestro blog tratan una temática afín a este artículo:
– El Cava en el Mundo de los Faraones.
– Cava y la Navidad: el Legado de los Fenicios.
– En Brindis con Cava: un instante mágico.