El Cava y el Sistema Inmunitario

El Cava y el Sistema Inmunitario

“El consumo moderado de alcohol es beneficioso para la salud”: rezan numerosos artículos científicos… Alguien podría plantearse: ¿qué es un consumo moderado?, ¿hay algún interés velado en emitir este tipo de aserciones? Como empresa de Cava, se podría decir que nosotros mismos somos parte interesada. En fin, intentaremos ser honestos y presentar aquí evidencias y argumentaciones lo más objetivas posible. Además, vamos a centrarnos en un aspecto que nos ha llevado de cráneo este invierno, debido a los abundantes resfriados y gripes: el sistema inmunitario.

Respecto a un consumo moderado de alcohol, la norma establece una cantidad de aproximadamente dos copas y media de cava al día. En el caso de bebidas con diferente concentración de alcohol etílico, esta cantidad variaría (por ejemplo, en el caso de una cerveza estándar, sería de dos medianas diarias) Dicho esto, muchos estudios avalan que existe una mayor resistencia a las enfermedades por parte de las personas con perfil de bebedores moderados, frente a abstemios y bebedores excesivos. Han existido ciertas críticas a estos análisis; un ejemplo de ello afirma que se incluye, dentro de la categoría de abstemios, aquellos que han dejado de beber por razones de salud; otros aspectos tienen que ver como la desviación en los resultados provocada por cuestiones que nada tienen que ver con el consumo de estas bebidas (como puede ser el estatus socioeconómico). Todo esto ha hecho que se haya realizado estadísticas más exhaustivas, como la llevado a cabo en Estados Unidos “Health and Retirement Study” sobre 12.500 individuos, con el objeto de eliminar los factores distorsionantes. La conclusión es que los efectos beneficiosos del consumo moderado del alcohol se vieron atenuados, aunque permaneció una ventaja de dicho grupo estadísticamente significativa en ciertos indicadores, como la longevidad.

Si nos centramos en el sistema inmunitario, podemos ver en detalle algunas de las causas que producen estos resultados. Para empezar, diremos que el sistema inmunitario es un intrincado grupo de sustancias, células, tejidos y órganos que trabajan conjuntamente contra agentes externos infecciosos y células malignas. De forma general, el sistema inmunitario se divide en dos ramas: innata (que está disponible en cuanto nacemos y no es específica de ningún patógeno concreto) y adquirida (la cual es capaz de identificar agentes perjudiciales particulares, eliminarlos y constituir una memoria que permita su rápida identificación en el futuro).

En cuanto al consumo de cava y otras bebidas alcohólicas, el abuso de etanol produce un severo efecto inmunosupresor (es decir, reductor de la eficacia o activación del sistema inmunitario), lo cual deriva en un aumento del alcance de las infecciones. Por su parte, el consumo moderado ha acreditado una reducción en la incidencia de resfriados comunes, así como otros efectos anti-inflamatorios- tales como la adhesión de monocitos (uno de los tipos de glóbulos blancos) al epitelio de los vasos sanguíneos. Así  mismo, se ha observado el aumento de citosinas (sustancias destinadas a regular los mecanismos de inflamación) y anticuerpos (encargados de identificar y neutralizar cuerpos extraños) Algunos de estos estudios fueron realizados específicamente con cava.

Todas las cuestiones anteriores están directamente relacionadas con el etanol exclusivamente, el cual nuestro organismo puede metabolizar de forma limpia. Además de ello, los vinos tranquilos, el cava y la cerveza también contienen diferentes proporciones de elementos beneficiosos: carbohidratos, fibra soluble, minerales, vitaminas y polifenoles. Todos ellos han demostrado un efecto beneficioso sobre la salud en general. En concreto, los polifenoles están recibiendo una cierta relevancia mediática, a través de ciertos productos como los que contienen isoflavonas. Entre otros vegetales, la uva es especialmente rica en flavonoides, las cuales favorecen el sistema cardiovascular. Es en el hollejo (piel) de la uva donde se encuentra una mayor concentración de tales compuestos; es por ello que el vino tinto, a través de los prolongados periodos de maceración, son el tipo de bebida que más se beneficia de ello (aunque en menor grado, también los vinos blancos y cavas los incluyen)

La verdad es que este tema admite una extensa exposición, hemos procurado aquí dar una pincelada sobre los aspectos esenciales. En un escrito sucesivo sobre asuntos de salud profundizaremos un poco más… Como veis, el Cava con medida no solo hace la vida más feliz, sino también más larga.

 

A parte de los enlaces a otras fuentes que aparecen diseminados a lo largo del texto, hemos empleado las siguientes referencias: