La Cuna del Cava: Una Flor histórica

La Cuna del Cava: Una Flor histórica

La vid es con mucha diferencia la fruta con mayor impacto económico en el mundo actual. Más de 7 millones de hectáreas de la Tierra están cubierta por ella. Aparte de nuestro apreciado Cava, también sirve para cantidades innumerables de vinos y licores, como fruta de mesa y para ofrecernos pasas. Como explicamos en un artículo anterior (ver bibliografía), la vid que conocemos actualmente proviene de una variedad silvestre que fue domesticada en el neolítico, al igual que lo fueron los animales de nuestras granjas. En este escrito veremos algunos hitos importantes en dicha evolución y, en particular, explicaremos una característica esencial: el carácter hermafrodita de su sexualidad.

El Sexo de la Vid

Antes de entrar en el detalle de la vid, veamos unos simples conceptos sobre reproducción vegetal. Aunque existen especies vegetales que se reproducen mediante otros mecanismos, la mayoría de ellas lo hace mediante flores (a estas plantas se las denomina angiospermas); las cepas son miembros de este grupo. Es en las flores donde residen los órganos sexuales: gineceo como femenino (la cual incluye el ovario y óvulos, como nosotros) y androceo o estambre (entre los que se haya el polen: el equivalente a nuestros espermatozoides) Resulta que hay tres tipos de angiospermas: dioicas (cada planta individual es de un solo sexo), monoicas (cada miembro posee flores masculinas y femeninas separadas) o hermafrodita (sus flores poseen tanto miembros masculinos como femeninos)

La Uva: desde el Cielo al Suelo

Volviendo a nuestro apreciado ancestro del cava, la vid silvestres (Vitis Vinifera subespecie Silvestris) es una liana, la cual trepa a través de los árboles para desarrollar flores que derivan en bayas. Estas bayas son atraídas por pájaros que las transportan a otros lugares, de forman que consiguen conquistar nuevos territorios. Probablemente la curiosidad de alguna mujer (los hombres estaban más interesados por la caza…) del paleolítico la indujo a trepar y tomar algunos de esos frutos. Pasados unos días, las bayas fermentarían de forma natural para producir vino de baja graduación y ¡Eureka!: la era del vino había comenzado. Todo esto tuvo lugar alrededor de hace unos 10.000 años. Para poder hacer las cosas un poco más sencillas, hubo que buscar una solución para que la planta pudiera proliferar a ras de suelo. Por suerte, esto fue posible, simplemente enterrando las semillas o las ramas. Sin embargo, había una dificultad: la vid silvestre era dioica, lo cual dificultaba su reproducción, al requerirse cruzar dos plantas para producir la germinación (además, las vides masculinas no generan fruto). Milagrosamente, un pequeño porcentaje de la vid silvestre era hermafrodita, de forma que cada miembro era capaz de producir sus propios frutos. Con esto empieza el largo proceso de domesticación: no hay más que seleccionar las cepas que se puedan auto-fecundar y nos ofrezcan mejores racimos, mayor concentración de azúcar, mejores aromas… La domesticación no es más que un tipo de selección en la que, a diferencia de la natural donde prevalecen los individuos mejor adaptados al medido, perduran aquellos que más se ajustan a los intereses del ser humano. En fin, todo esto conduce a la actualidad, en la cual hay alrededor de 1.500 variedades de uva que se emplean en la fabricación de vino y otros licores (más otras que se emplean en otros propósitos)

La Enología es cosa del Mediterráneo

Es curioso el hecho de que todo esto empezó en el extremo oriental del Mediterráneo, en lo que se conoce como el triángulo de la fertilidad de la uva: las montañas del Taurus (al este de Turquía), el norte de las montañas del Zagros (al oeste de Irán) y el Cáucaso (Georgia, Armenia y Azerbaiyán) Fueron los fenicios quienes nos trajeron el preciado secreto a nuestras tierras del Mediterráneo occidental, en una muestra clara que es el comercio uno de los pilares del progreso. La religión musulmana sesgó el origen ancestral de tan preciado fruto de oriente, ahora es en nuestra vera donde reside el legado, los espumosos y vinos tranquilos más apreciados del mundo. Así que no nos queda más que valorar esta riqueza nuestra, pues es algo por lo que pagan mucho dinero en numerosos lugares del mundo.

Fuentes de Información

Para realizar este artículo hemos empleado información de los siguientes enlaces:
-¿Qué sabes sobre la vid silvestre?
-El Sexo de las plantas.
-Bioarchaeological Insights into the Process of Domestication of Grapevine (Vitis vinifera L.) during Roman Times in Southern France
-The history of the vine – Part 1
-The history of the vine – Part 2

Los siguientes post de nuestro blog tratan una temática afín a este artículo:
-La Génesis del Cava: Agua y Sol.
-El Cava y el Cambio climático.
-El Origen salvaje del Cava.