Cava y la Navidad: el legado de los Fenicios
En tiempos muy remotos llegaron a nuestra península un pueblo de comerciantes de la otra parte del Mediterráneo: los fenicios. Como ocurre en numerosas ocasiones en la historia, el comercio trae prosperidad y este caso no fue una excepción: entre otros avances, nos trajeron una semilla mágica a través de la cual hemos podido elaborar nuestros vinos tranquilos y espumosos. Por si fuera poco, también fue gracias a ellos que celebramos el día de Navidad el 25 de diciembre.
La Madre del Vino
Vayamos por partes… Los antiguos fenicios fueron una de las primeras civilizaciones en alcanzar un efecto significativo en la historia del vino. Como explicamos en algunos de los artículos anteriores (ver bibliografía), la domesticación de la vid tuvo lugar en el próximo oriente. Pues bien, Fenicia fue una civilización originaria de la zona ocupada actualmente por el Líbano, cuya cultura comercial floreció ampliamente en las costas del mar que lo baña (Norte de África, Sicilia y Cerdeña, Península Ibérica, Islas Griegas…) Hay que decir que las bebidas alcohólicas elaboradas por ellos (y otros pueblos cercanos, tales como los egipcios) poseían cierta complejidad pues, además de del mosto fermentado, se añadían resinas y hierbas aromáticas que mejoraban sus propiedades.
El Caldo llega a nuestras Costas
En lo que nos afecta de forma más cercana, los fenicios fundaron colonias en el Andalucía, siendo Cádiz y Málaga las más reconocibles actualmente, allá por el siglo IX a.C., y establecieron rutas comerciales por los ríos Tajo, Duero, Guadalquivir y Ebro. El intercambio consistía, entre otros, en ofrecer ánforas de vino canjeadas por estaño y plata. Los arqueólogos han podido encontrar ánforas de esta procedencia en innumerables focos que, con el paso de los siglos, se han convertido en emplazamientos emblemáticos para el vino, tales como Valdepeñas. Tampoco puede faltar una referencia clara al País del Cava: en el Turó de la Font, en Avinyonet del Penedés, también se han hallado numerosas ánforas de procedencia fenicia. Sobre este asunto, podríamos extendernos indefinidamente… Baste decir aquí que los vinos “importados” eran empleados inicialmente por la élite íbera en ritos religiosos. Con el paso del tiempo, la “tecnología” para cultivar y fermentar la vid fue también adoptada en nuestras tierras, tras lo cual se inició una larga tradición que aún perdura.
La Navidad de los Tiempos
¿Y qué tiene que ver esto con la Navidad? Pues bastante. Resulta que las intenciones tan pacíficas de los fenicios se volvieron un tanto menos amistosas con el paso del tiempo. En concreto fue Cártago, una de las colonias mejor establecidas y localizada en el norte de África, quien inició una etapa de colonización que terminó chocando con la incipiente república romana. Durante los largos 15 años en que Aníbal, el caudillo cartaginés más célebre, asoló la península itálica, se extendió una vieja tradición fenicia: la fastuosa veneración de Baal Hammor (una especie de Dios del tiempo y la fertilidad), precisamente el 25 de diciembre. Por el momento, no tenemos constancia que los púnicos disfrutasen de las chispeantes burbujas del cava en aquel momento, pero quien sabe si la arqueología nos puede deparar alguna sorpresa. Lo cierto es que los romanos asimilaron este Dios al suyo “Saturno”, debido a la similitud en su representación con cuernos y la coincidencia del solsticio de invierno. De ello surgió la “Saturnalia”, la cual devino en Navidad, una vez el cristianismo se impuso dentro del imperio.
Tres mil Años después
Las cosas han cambiado mucho desde aquellos tiempos. Entre otras cosas, el placer de tomar vino no es exclusivo de las élites, afortunadamente. Además, la calidad ha mejorado en gran medida y, para mayor gloria, podemos disfrutar de grandes creaciones, tales como el cava. No obstante, siempre es bueno saber de dónde venimos y que, a pesar de las dificultades, el mundo es un poco más levadero que hace tres milenios.
Fuentes de Información
Para realizar este artículo hemos empleado información de los siguientes enlaces:
-Baal Hammon.
-Cómo surgió la celebración de la Navidad. Misteriosa conexión con Roma y un dios fenicio.
-The Phoenicians and the spread of wine in the Central west Mediterranean, Massimo Botto.
Los siguientes post de nuestro blog tratan una temática afín a este artículo:
-La Cuna del Cava: Una Flor Histórica.
-El brindis con Cava: Un Instante Mágico.
-El Origen salvaje del Cava.
1 Comentario
Después de sorprenderme tan gratamente con su cava, me he atrevido a probar el vino tinto que comercializan. Otra sorpresa maravillosa. Empezando por el envase, (la botella es muy bonita), y siguiendo por el contenido. Es un tinto con sabor, pero sin acidez y muy agradable. Aqui, en tierras castellanas acostumbrados a los ribera de Duero, este vino, aunque diferente a los de esta tierra, no defrauda. Seguid así, alegrándonos la vida con pequeños detalles en estos tiempos tan difíciles.